Esta es una de las curiosidades que el hombre en su afán de ser Dios ha conseguido y que se puede reconocer es de una belleza extraordinaria.
Créanlo, no
son piedras preciosas, es simplemente una mazorca de maíz lograda genéticamente,
de esta rareza solo se consigue una entre cientos de plantas en una misma cosecha, los
diferentes colores de los granos parecen pequeñas gemas que adornarían una de las mas
finas y delicadas joyas que podríamos lucir.
A estas mazorcas
las identifican como las gemas de cristal que el hombre puede degustar y a la vez disfrutar y admirar con un sentido artístico.
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